lunes, 30 de marzo de 2009

Azuqueca

Llegaba un día tarde de trabajar y aparque el coche al lado de la ventana de mi comedor, que al lado tiene un árbol enorme desde el que mis gatos ven a los pajaritos.
Pues cuando cierro la puerta del coche oigo un maullido, y mirando hacia la copa del árbol, veo, encaramado, un lindo gatito.
Rápidamente llame a mi hermana para ver si tenia una escalera enorme para coger al minino, porque estaba muy alto y no lograba bajar. Llamamos a la protectora de un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme y nos indicaron que llamáramos a los bomberos, que acudirían a ayudar al gato.
Dicho y hecho. Tardaron 5 minutos.
Ese coche de bomberos, con todas las luces puestas, y esos 3 bomberos que bajaron de ese coche!!!! Ay! que me despisto...
Me acerque a ellos y les indique donde se encontraba el gato. Muy decididos se acercaron al árbol y con mucha seguridad, sonriendome me dijeron que estaban acostumbrados a estos quehaceres, que su labor estaba donde cualquier ser vivo les necesitase.
Uno de ellos se puso una cazadora y unos guantes a prueba de arañazos de gatos que deben ser bajados de arboles sin que ellos los deseen.
Escalo el árbol, alzo el brazo derecho hacia el gato y el gato se agarro con fuerza al mismo. Y ambos hicieron una bajada triunfal, a salvo y sin ningún daño que señalar.
El gatito se quedo quietecito en la acera y yo agradecí a los 3 bomberos su ayuda (mientras una señora me increpaba por usar los servicios de urgencias en lo que ella consideraba una estupidez). Ellos dijeron que había sido un placer y mientras veía a las fuerzas del cuerpo de bomberos alejarse, cogí entre mis brazos al gato que temblaba de miedo.
No me lo pensé dos veces, le subí para casa.
Estaba muy sucio y olía un poquito mal, más que blanco parecía gris oscuro. Le dí de comer algo estupendo porque lo devoro en un minuto y llame nuevamente a mi hermana. Inmediatamente le llevamos a la protectora donde se le dio atención veterinaria y una oportunidad para encontrar un hogar.
Al sábado siguiente fui a visitarle, le habían llamado Azuqueca en honor al lugar donde se le había encontrado.
Así sábado tras sábado, estaba con él y con todos sus compañeros de protectora. Les cogí mucho cariño, sabia sus nombres, sus caracteres, sus necesidades. Y entonces exprese mi intención de poder ser yo la persona que les diera en adopción. La respuesta fue sí.
Una voluntaria se encariño mucho con Azuqueca y me comento que su hermana quería tener un gatito y ella estaba prendada del que yo había traído, que el viaje seria largo porque se iba al norte de España, pero que tendría un muy buen hogar.
Cuando Azuqueca partió al norte yo me emocione mucho, pero a la vez me alegraba mucho porque el objetivo de la protectora se había cumplido y había encontrado un hogar.
Aqui comenzo mi aventura en la protectora.

viernes, 27 de marzo de 2009

Grandes Aries: Michel IV y Gertrudis

Quiero recordar en esta entrada a dos grandes Aries que han marcado la vida de este blog felino y de esta felina:
Michel IV de Gato. Creo que cualquier comentario es de todos vosotros conocido, simplemente un gato genial. Me dicen, me comentan, que el cielo de los gatos esta un poquito revolucionado desde su llegada... y me lo creo.

Gertrudis, mi sobrina gata. De un carácter muy marcado, gran cazadora y dominadora de su hermano gato y su hermana perrita. Ha sufrido una operación muy agresiva la semana pasada, ahora solo tiene 3 patitas, pero parece que todo va a ir para adelante, solo una Aries como ella puede conseguirlo.

Muchos besos a los dos.

jueves, 26 de marzo de 2009

Aries

Aries (21-03/20-04)

El gato Aries es un cazador, ha intentado dejarlo cuando ha encontrado un hogar, pero el instinto le puede y es capaz de cazar hasta lo más insospechado. Ha probado con todo, engancharse a las series de televisión, meterse en un show tipo “Gran Gato”, hacerse la manicura y la pedicura… es inútil: quiere cazar.
Los que tienen la suerte de tener un jardín lo tienen más fácil porque cualquier ser vivo que se mueva será objeto de sus lindas patitas, suele subirse a lo alto de los árboles (de los que luego le da miedo bajar y tenemos que llamar a los fornidos bomberos para que nos bajen nuestro lindo gatito) a observar a los pajaritos que inocentes se colocan cerca de él. Eso le lleva a ser generoso con su dueño el humano, al que ofrece sus presas sin pedir nada a cambio. En ocasiones, el humano ha gritado horrorizado por la caza, a lo que el buen gato Aries ha considerado un agradecimiento extremo.
Los que no tienen la suerte de tener un jardín deben usar su ingenio para desarrollar su capacidad de caza. Suelen cazar pequeños objetos que su amigo el humano les lanza de vez en cuando, suelen tirarse a los piececitos humanos que ingenuos asoman por las sábanas en las fresquitas tardes de otoño y dejar que su dueño grite nuevamente horrorizado. Pero lo que más le gusta al gato Aries es la luz roja que sale despedida de un objeto que tiene su amigo el humano en la mano y que lo mueve una y otra vez hasta dejarle agotado. Ha intentado coger la luz roja mil veces, pero no hay manera, siempre termina alejándose como si nada. Y desaparece de su vista tan alegremente como si nunca hubiera estado allí.
Le desconcierta.
El gato Aries es muy celoso, de todo. Incluso de su amo. Eso de que se eche novia no le convence demasiado, luego ella no deja de venir a visitarle y ocupar su sitio en la cama, al lado de la ventana por donde entra un airecito que levanta su lindo pelaje. La última visitante se marcho rapidito, ya se encargo el gato Aries de ello. Comenzó por afilar sus uñas en sus zapatos, siempre de tacones vertiginosos y de mucho estilo. Luego le toco el turno a los vestidos, tan finitos y sedosos que con solo meter una uña se rajaban. Ella tuvo varios ataques de histeria y pronto comprendió que el otro macho de la casa no la quería.
Cuando lo entendió y se marchó dejando a su amo un poquito triste, pero el gato Aries se dio cuenta de su poder y desde entonces no ha dejado de usarlo.

AMOR.
El gato Aries es un ser solitario, sin apegos románticos que le impidan tener su libertad e independencia. Tiene sus gatitas en distintos barrios, pero ninguna que le haga perder la cabeza. Sufrió una vez por amor a una linda gatita y prometió ante la pitonisa Yuri que jamás volvería a cometer el mismo error.

SALUD.
El gato Aries goza de buena salud, de vez en cuando tiene dermatitis en sus orejitas que su amigo el humano le cura con no sé que crema de veterinario. Procura no estar mucho al sol para evitarlo y seguir con su felina vida.

domingo, 15 de marzo de 2009

La visita

Tengo que reconocer que no nos gustan las visitas, nos hace perder nuestra vida tranquila felina.
Les he dicho a los peques que hoy tenemos una que viene a quedarse unos días, también les he dicho que va a ocupar el sofá por las noches porque dada la pequeñez de mi casita, las opciones son limitadas.
Pues ahí les tengo a los 4 debatiendo sobre el tema, porque he tocado una "delicada palabra" para ellos: sofá.
Clotilde ya ha tomado posiciones y dice que a ella de ahí no la quita nadie, ha elegido la parte más cercana a donde yo suelo sentarme, le encanta estar a mi lado. Va con provisiones, ha cogido la manta para cuando refresque y un poquito de agua fresca para cuando se despierte de la siesta.
Alba esta tomando el sol en un lado del chairlong (o como se escriba) y dice que le haga el favor de llevarle el arenero cerca y la comida porque se siente pegada a ese sitio y teme que no va a irse muy lejos de allí en muchoooo tiempo.
Isis no media maullido pero con la mirada que me esta lanzando desde el otro lado del chairlong donde toma también el sol, lo dice todo, otra que no se retira.
Serafín esta intentado jugar con las chicas y ya se ha llevado algún bufido que otro, pero no desiste, le encanta que las chicas le tengan en cuenta en sus tertulias. Mi pequeño sabe quien viene y esta encantado de compartir el sofá, es más, dormirá toda la noche a su lado. Le encantan los aires del sur.
Lo que yo no dejo de preguntarme es si al final la que va a dormir más sola que la una voy a ser yo y la visita rodeada de felinos. Injusto cuanto menos.
Tendré que cambiar de táctica, lo mismo invito a mi invitado... ejem, ya veremos, porque lo mismo los peques tampoco estan de acuerdo!

martes, 10 de marzo de 2009

Ante todo, siempre hay que ser una señorita

De las largas charlas que mantengo con Alba hay una que se repite continuamente: quiero que siempre sea una señorita.
Le he indicado que eso de oler el culete de otros gatitos no debe hacerlo bajo ninguna circunstancia, esta bien que con ese olor ella sepa exactamente el caracter del otro animal y que le "cale" al primer olor, pero a mi no me gusta, al menos que lo haga mientras otros humanos no la ven, que le quita glamour.
También le he comentado que eso de asearse en cualquier lugar sus partes intimas tampoco es de mi agrado, ella no tiene pudor, saca la ducha (virtual), la toalla y a darse un baño de arriba a abajo en pleno salón, invitados incluidos y todos viendo el espectaculo.
Luego, cuando termina de asearse, se acerca a los invitados y cuando le tocan el lomo va y levanta el culete, en plan sexy y erotico, entornando los ojillos de placer.
¡¡¡¡ME ESCANDALIZA!!!!!
Y Alba, que es muy suya, me mira altiva y, yo creo aunque no puedo asegurarlo, burlona, se da media vuelta y me deja escandalizada, en medio del salón, echando una charla a no sé que felino, porque allí delante no queda ni uno.
El otro día, después de otra charla sobre el mismo tema, me escribio una nota. Decia: "mmmmmmmmmm, jdoifuasodfjasdkfp0sifdknsdfnmsldfhyutak jdklfjakdjfoiasjal, jejejejeje".
A día de hoy sigo aún con la boca abierta, ¡será descarada!.

sábado, 7 de marzo de 2009

Alba

La adaptación de Isis fue muy difícil y a mi hermana se le quedo clavada una espinita con eso de que no me había traído una gata cariñosa, asique comenzo a hablarme de una gatita muy guapa y muy melosa que había en la protectora. Era muy gordita y muy buena y sobre todo tenia mucho cariño que dar. Me gano el día en que me dijo su nombre: Alba.
Y entonces la quise, de tanto hablarme de ella había conseguido que estuviese en mi cabeza y le pedí que me la trajera a casa.
Vino un mes de Noviembre frío y entro ronroneando en su nuevo hogar.
Alba enseguida tomo el mando gatuno y se hizo la jefa. Se pasaba el día tumbadita en la cama y en el sofá, siempre en los mejores sitios.
Cuando estoy viendo una película se pone a mi lado y comentamos el film, ella es más escéptica que yo y me avisa de que el malo es tal o pascual y de que la buena no es tan buenina como parece. Yo, que como siempre creo en la buena fe de las personas, no la creo, pero el tiempo la da la razón.
Ni que decir tiene cuando vemos un programa del corazón y yo la digo que pobrecita la que llora porque el tipejo le ha puesto los cuernos, y ella, socarrona, me dice que no, que ha sido la tipeja quien primero se engancho del jardinero... y siempre tiene razón.
Le encantan los helados, cada vez que me siento a tomarme uno se pone a mi lado mirándome y señalando el bote. Le encanta el de vainilla con nueces de macadamia, eso sí, nada de la marca blanca del mercadona, tiene que ser Haagen Daz!!!!
La veterinaria siempre me dice que esta rellenita, pero yo le digo que es su constitución, que ella ya vino así de la protectora, que es una gatita gordita y feliz.
Ahora mismo esta cual esfinge egipcia dormidita encima del routter de telefónica, con la tripotona saliendole por los lados.
Veo que viene, quiere deciros algo: "dkafodfngm sd ,sfmsidfns f.sdñfjsaf nsa.fmlksdjflsdf".
En fin, me ha dicho que sabréis entenderla.