martes, 28 de abril de 2009

La margarita

Pues estaba yo en casita una linda tarde de semana santa, algo desilusionada con la vida cuando el móvil comenzo a sonar. Me acerque despacito cuando vi el nombre que allí se reflejaba "Chico Coca-Cola". Bueno, bueno, bueno.... rápidamente busque la mirada de Alba y le dije (sin palabras, porque no me salían) quien me estaba llamando. Ni corta ni perezosa echo un bostezo y acto seguido se metió en el arenero, dijo que le habían entrado ganas de ir a la arena.
No me lo podía creer!. Este chico, al que había dejado apartado a un lado por causa diversa, volvía a dejarse ver en mi vida.
Isis tenia abierto un ojo por el ruido de la llamada entrante y lo cerró una vez que me vio dando saltos alrededor de un objeto que se iluminaba.
Clotilde estaba al lado del móvil y lo movía con el hocico, realmente yo creo que quería tirarlo de la barra de la cocina donde lo tenia situado. Veía peligrar su sitio del sofá.
Cogí el móvil y pensé en hacerle esperar un poquito más antes de cogerle porque quería contarle a Serafín que no dejaría que ninguno más le contará historias de confianza nuevamente para que luego fueran mentira. Que esta vez sería más lista.
Luego cogí el móvil...
Pues resulta que ahora aparece con un regalo en forma de billetes de avión para que nos alejemos de tierras manchegas y acercarnos a tierras europeas. Y aquí estoy yo dándole vueltas a lo de arriesgarme nuevamente o a lo de dejarlo estar para que nadie me mienta otra vez con ilusiones que terminan en el baúl de los recuerdos.
Tiro de margarita (virtualmente hablando) y pienso "si" "no"...

domingo, 26 de abril de 2009

El portátil

Para mi gestión del blog, pelis, música, ejem, ejem, tengo un portátil que esta situado en el salón sobre un escritorio. Tengo que decir que es uno de los sitios preferidos de mis gatos. Como siempre esta encendido y transmite calor no dejan de relevarse para ponerse encima.

Cuando llego a casa siempre miro a ver que hay de nuevo en mis gestiones, y siempre hay gato encima. Le muevo un poco, le achucho y el minino me mira de reojo y se enfada conmigo porque le hago moverse de su plácido lugar.

Clotilde, que es muy viva ella, se estira toda enterita mientras le estoy empujando en el culete para que me deje escribir en mi blog y lentamente se marcha a buscar aventuras en otros lares. No suele guardarme rencor por tal acto.

A Isis con una mirada le basta, tocarla no puedo, asique utilizo la táctica de la seducción en la mirada y la invito a levantarse. Lo hace rauda y veloz y desde el otro lado del salón me mira confusa porque no entiende que se le haya podido despertar de su letargo matutino.

Alba es otra cosa, tiene mucho orgullo. Primero se hace la remolona y dice que no, que de allí no la mueve nadie. Cuando ve que tiene la partida perdida y que debe dejarme a mi con el portátil, se pone a mi lado y me da la espalda para hacerme saber que no la ha gustado un pelo mi actitud.
Cuando pasan unos segundos se gira y se pone a caminar sobre el teclado una y otra vez con lo cual no deja que yo le use y finalmente, cierro la tapa y la dejo encima otra vez. La partida, como siempre, la gana ella.

Serafín ni lo intenta porque es un salto demasiado grande para él. Solo cuando yo le subo lo olisquea y toda la zona de alrededor y como siempre, termina desparramándose y liándome alguna, asique no es su lugar preferido, le gusta, pero no para tanto.

Yo lo comparo con el suelo radiante, que cuando estas descalza te da calorcito y te encanta. Para ellos el portátil es una estación de calefacción para todo su cuerpo, y da gusto ver lo listos que son. No dejan espacio sin visitar y comprobar que es bueno para ellos.

Menos mal que tengo el ordenador del trabajo para el blog, porque sino... no habría manera de contaros sus historias.

martes, 21 de abril de 2009

Tauro

Tauro (21-04/21-05)

El gato Tauro es un perezoso, como el que más de su especie. El humano que tiene un gato de este signo sabe lo que es no tener gato cuando se tiene. Al principio se asustaba ante las largas ausencias del felino pero poco a poco fue entendiendo sus movimientos. Cuando se levantaba por las mañanas para ir a trabajar siempre estaba a los pies de la cama y ni el estridente ruido del despertador conseguía hacerle abrir sus bellos ojos. Continuaba su largo sueño mientras se duchaba, desayunaba y se vestía y ya una vez que le oía con las llaves de la puerta en la mano se estiraba despacito, despacito y se volvía a dormir del otro lado.
Cuando el humano desaparecía, el gato Tauro iniciaba sus actividades diurnas: desayunaba lo primero, le encantaba esa primera comida del día, lo hacia pausadamente saboreando cada granito, luego un poquito de agua fresca y cogía el mejor sitio que podía en el sofá, si pudiera ser donde estuviera dando el sol, mejor que mejor. Aquí iniciaba el aseo que le llevaba un buen rato, porque dado lo rollizo que suele estar el gato Tauro, tenía mucha zona que asear. Después, y dando un gran bostezo, volvía a quedarse dormido.
Cuando el humano regresaba a comer a casa veía a su gatito recostado en el sofá y siempre pensaba que seguro que era debido a las carreras que se había dado durante toda la mañana por la casa para ejercitarse, lo que nunca sabría es que a su gato el ejercicio no le interesaba nada de nada.
En ocasiones no le encontraba, se ponía nervioso porque no había dejado abierta ninguna ventana y era imposible que hubiera salido al exterior. Cuando por casualidad llegaba a su armario y veía que el gato había masajeado toda su ropa para hacerla su camita, le veía allí, dormidito, con cara angelical y entonces, con un suspiro intenso de resignación, sabia que no podía hacer nada en contra de su majestad felina.
Las tardes tenían su encanto, después de comer copiosamente el gato se acercaba lentamente al sofá, a una zona cálida pero que no daba directamente el sol y era capaz de dormir intensamente otras tantas horas sin inmutarse.
El gato Tauro tiene otra misión en su vida, recibir cariño. Cuando consideraba que su dueño el humano ya había descansado lo suficiente de la larga jornada laboral, se acercaba a él con aire felino encantador y se rebozaba en sus piernas para acto seguido subirse a su lado del sofá y situándose encima de él reclamar toda su atención. Cuando cena se acerca también a su lado para que le de caricias, cuando se van a acostar se sitúa siempre cerquita de su cara para que le de besos y una vez que se ha cansado, se tira a sus pies a dormir.
El gato Tauro disfruta de los placeres más simples de la vida y cada día luchará por conseguirlos.

AMOR.
El gato Tauro es muy perezoso (también) para tener una pareja estable, eso de estar pendiente de llamarla todos los días, hacerle regalos en fechas señaladas o recordar esas fechas es demasiado para su felina y tranquila vida. Prefiere buscar hembra cuando lo considera necesario y disfrutar de su soltería la mayor parte de su tiempo.

SALUD.
El gato Tauro tiene problemas de sobrepeso, su vida sedentaria le lleva a que todo lo que come se le va al mismo sitio, el lomo. Un poco de ejercicio le vendría muy bien, pero sabemos que eso no va a ocurrir. Comprarle comida Light es la mejor opción.

martes, 14 de abril de 2009

El abandono.... y otras virtudes del humano

Siempre me he preguntado que deben sentir los animales cuando les abandonan, qué se les debe de pasar por la cabeza en esos momentos.

Después de mucho darle vueltas he llegado a la conclusión de que su dolor debe ser similar al de la muerte de un ser querido (aunque aqui no esta el añadido de la decepción y la traición) o al de una ruptura sentimental a traición.

No puedes dar crédito a lo ocurrido cuando tu ser querido te deja en la cuneta con una sonrisa en la cara y dándote una patada en el culo, se da media vuelta y se marcha. Al principio te quedas quieto del shock, no sabes como reaccionar, el mundo cae sobre ti cual losa y no sabes que decir.

Luego, cuando comienzas a dar tus primeros pasos en la soledad tienes que tener cuidado porque si estas en una carretera los coches pueden matarte. Y TE ATROPELLAN.

Cuando estas en una colonia tienes que tener cuidado porque tus compis, y siempre por supervivencia, se enfrentan a ti por el territorio y tienes que tener cuidado con los humanos, porque si te ven solo y desvalido, TE PEGAN en muchas ocasiones hasta ocasionarte la muerte.

A pesar de que ya no tienes apetito por el dolor del abandono, tienes que buscarte la vida para no perecer en el intento de salir adelante y debes comer solo, buscando en lugares que nunca hubieras imaginado, e incluso discutir con otro de tu especie por un trozo de carne tirada en un contenedor de basura y que para nada esta exquisita. Y TE ENTRA DIARREA.

Tampoco les quedan ganas de vivir, pero no hay cuidado, si caes en una perrera tendrás 21 días para darle vueltas, luego TE EUTANASIAN (que digo yo que eutanasiar es dar una muerte digna a un ser moribundo, pero si estas bien ¿qué es?).

En la soledad de las noches (a veces de perreras, protectoras, o simplemente de la calle) comienzas a darle vueltas al porqué de tu situación actual.

El can piensa en todas las veces que siendo pequeño se hizo caca en casa porque no le daba tiempo a aguantarse y esperar a que le sacarán cuando su dueño llegaba del trabajo. Y mira que se preocupo de corregirse y según se iba haciendo mayor eso ya no ocurría. También piensa en las veces que ha dejado babas o pelos en el sofá, pero es que eso, no podía evitarlo.

El felino piensa en que quizás no debió subirse por las cortinas cuando era un cachorro, pero es que necesitaba ejercitarse y desarrollarse, y su cabecita por aquel entonces le pedía hacer esas trastadas. De mayor dejo de hacerlo. También piensa que quizás cuando jugaba sacaba demasiado las uñas y eso podría haber enfadado a su dueño. Pensó en que nunca más volvería a cometer tremendo error.

Ambos piensan en las promesas incumplidas de sus dueños, en las veces que les habían dejado dormir en sus camas, en la comida exquisita que les habían dado, en los palos que de vez en cuando habían recibido, pero que luego siempre traían una disculpa detrás. Y piensan en la traición, facultad que el humano practica habitualmente.

Muchos de estos seres vivos abandonados están ahora mismo con nosotros, han tenido suerte y en vez de estrellarse, han tenido estrella.

Clotilde, Isis, Alba y Serafín tienen su estrella.

Me piden que nos contéis si tenéis alguna estrella con vosotros.

Insisto, LA CALLE NO ES LUGAR PARA NADIE.

lunes, 6 de abril de 2009

Serafín

Pues andaba yo metida en mi aventura de la protectora cuando alguien a mi lado dijo "ha llegado una nueva camada de gatitos y ya no sé donde ponerlos, estamos saturados..." y el corazón se me encogió. Llame a todas las personas que tenia para esa semana y las cite rápidamente para darles en adopción, pero aún así no tenia las personas suficientes.
Le dí muchas vueltas, porque ya tenia 3 gatas y era mucho trabajo en un apartamento pequeño, pero también tenia muchas ganas de repetir experiencia con un cachorro, Cló me encanto de peque, fue una cachorra formidable. Asique, cuando llegó el sábado y me dirigí a la protectora, les ví allí todos juntos, maullando, y sin que mi cabeza respondiera, introduje mi brazo y saque a uno que estaba dandome la espalda y que tenia el mismo color que Cló e Isis, era naranja. Le metí en un transportín, dí en adopción a todos y cada uno de sus hermanitos y me marche para casa con mi nuevo "peque".
No le dije nada a nadie, me calle porque sabía que me iba a sentir presionada. ¡4 gatos!!??? ¿¿es qué estoy loca???? .
Durante 2 semanas no tuve claro el nombre que le iba a poner... sin embargo, en esas dos semanas el felino se gano un nombre divertido. Se hizo el dueño de la casa y las ojú (mis tres hembras) no le recibieron con muchas alegrías, consiguió quitarles la tranquilidad que ya tenían. Corría a todas horas, se lanzaba a las cortinas que subía y bajaba con mucha agilidad (Alba le imitaba, solo que ella pesaba 5 kilos más que el cachorrito), no dejaba dormir a nadie, se subía a todos lados a todas horas... uf! agotador. Pero un día, viendo la tele escuche algo que me impacto, una señorita tenia un peluche que se llamaba Serafín. Entonces lo supe, este seria el nombre de mi gato.
Poco a poco fui confesando que eramos uno más en la familia y conquistó a todos. Tiene una mirada diferente, su forma de andar es diferente también (es una enfermedad, pero hoy no estoy para tristezas) y su forma de querer también lo es, no hay quien resista sus mordiscos.
Ahora estará durmiendo debajo del edredón, no soporta la luz para dormir y ya sea pleno enero o pleno agosto, necesita estar tapado.
Me ha guiñado un ojo cuando les he dejado tomándose la siesta, al principio me ha parecido muy tierno, pero luego me ha parecido un desafio. El felino a dormir y yo a trabajar, será descarado.