martes, 21 de abril de 2009

Tauro

Tauro (21-04/21-05)

El gato Tauro es un perezoso, como el que más de su especie. El humano que tiene un gato de este signo sabe lo que es no tener gato cuando se tiene. Al principio se asustaba ante las largas ausencias del felino pero poco a poco fue entendiendo sus movimientos. Cuando se levantaba por las mañanas para ir a trabajar siempre estaba a los pies de la cama y ni el estridente ruido del despertador conseguía hacerle abrir sus bellos ojos. Continuaba su largo sueño mientras se duchaba, desayunaba y se vestía y ya una vez que le oía con las llaves de la puerta en la mano se estiraba despacito, despacito y se volvía a dormir del otro lado.
Cuando el humano desaparecía, el gato Tauro iniciaba sus actividades diurnas: desayunaba lo primero, le encantaba esa primera comida del día, lo hacia pausadamente saboreando cada granito, luego un poquito de agua fresca y cogía el mejor sitio que podía en el sofá, si pudiera ser donde estuviera dando el sol, mejor que mejor. Aquí iniciaba el aseo que le llevaba un buen rato, porque dado lo rollizo que suele estar el gato Tauro, tenía mucha zona que asear. Después, y dando un gran bostezo, volvía a quedarse dormido.
Cuando el humano regresaba a comer a casa veía a su gatito recostado en el sofá y siempre pensaba que seguro que era debido a las carreras que se había dado durante toda la mañana por la casa para ejercitarse, lo que nunca sabría es que a su gato el ejercicio no le interesaba nada de nada.
En ocasiones no le encontraba, se ponía nervioso porque no había dejado abierta ninguna ventana y era imposible que hubiera salido al exterior. Cuando por casualidad llegaba a su armario y veía que el gato había masajeado toda su ropa para hacerla su camita, le veía allí, dormidito, con cara angelical y entonces, con un suspiro intenso de resignación, sabia que no podía hacer nada en contra de su majestad felina.
Las tardes tenían su encanto, después de comer copiosamente el gato se acercaba lentamente al sofá, a una zona cálida pero que no daba directamente el sol y era capaz de dormir intensamente otras tantas horas sin inmutarse.
El gato Tauro tiene otra misión en su vida, recibir cariño. Cuando consideraba que su dueño el humano ya había descansado lo suficiente de la larga jornada laboral, se acercaba a él con aire felino encantador y se rebozaba en sus piernas para acto seguido subirse a su lado del sofá y situándose encima de él reclamar toda su atención. Cuando cena se acerca también a su lado para que le de caricias, cuando se van a acostar se sitúa siempre cerquita de su cara para que le de besos y una vez que se ha cansado, se tira a sus pies a dormir.
El gato Tauro disfruta de los placeres más simples de la vida y cada día luchará por conseguirlos.

AMOR.
El gato Tauro es muy perezoso (también) para tener una pareja estable, eso de estar pendiente de llamarla todos los días, hacerle regalos en fechas señaladas o recordar esas fechas es demasiado para su felina y tranquila vida. Prefiere buscar hembra cuando lo considera necesario y disfrutar de su soltería la mayor parte de su tiempo.

SALUD.
El gato Tauro tiene problemas de sobrepeso, su vida sedentaria le lleva a que todo lo que come se le va al mismo sitio, el lomo. Un poco de ejercicio le vendría muy bien, pero sabemos que eso no va a ocurrir. Comprarle comida Light es la mejor opción.

2 comentarios:

Carolina Santos dijo...

Yo creo que mi gato Lump es tauro...encaja perfectamente con la descripción :-))

goyo dijo...

BUENA DESCRIPCION HAS HECHO.
ANDABA PASANDO Y POR AQUI ME QUEDE UN RATO, TE SEGUIRE VISITANDO....